FORMAS DE ESCUCHAR
Los diferentes
tipos de escucha
Según la
atención que prestemos durante la comunicación, nos podemos encontrar con diferentes
tipos de escucha. Los tipos de escucha más importantes son:
apreciativa
selectiva
discernitiva
analítica
sintetizada
empática
activa
Escucha apreciativa
La escucha
apreciativa es aquella mediante la cual escuchamos sin prestar atención, de
manera relajada, buscando placer o inspiración. Oímos por entretenimiento. No
prestamos atención.
Escucha selectiva
La escucha
selectiva es aquella que se practica cuando escuchamos seleccionando la
información que nos interesa. Escuchamos algunos puntos del mensaje del
comunicado, dejando el resto de lado. Prestamos atención tan sólo a una parte
del mensaje, aquella que se considera más importante para nosotros.
Escucha discernitiva
La escucha
discernitiva es aquella a través de la cual escuchamos el mensaje completo y
determinamos los detalles más relevantes. Nos centramos en el fondo y no en la
forma.
Escucha analítica
La escucha
analítica es aquella por la que escuchamos el orden y el sentido de la
información para entender la relación entre las ideas, reflexionando sobre el
mensaje.
Escucha sintetizada
La escucha
sintetizada es aquella mediante la cual tomamos la iniciativa de la
comunicación hacia nuestros objetivos. A través de la escucha se dirige la
conversación para lograr la información o un comportamiento de nuestro
interlocutor deseado. Realizamos afirmaciones o preguntas dirigidas para que
conteste con sus ideas.
Escucha empática
La escucha
empática es aquella por la que escuchamos poniéndonos en el lugar de nuestro
interlocutor. Asimilamos las palabras y llegamos a lo que hay detrás de ellas.
Oímos con la intención de comprender sus sentimientos. Apreciamos el punto de
vista de la otra persona. Mediante la escucha empática interpretamos el mensaje
a través del mundo del emisor.
Escucha activa
La escucha
activa es aquella que representa un esfuerzo físico y mental para obtener con
atención la totalidad del mensaje, interpretando el significado correcto del
mismo, a través del comunicado verbal, el tono de la voz y el lenguaje corporal
Como todo en esta vida,
mejorar nuestra capacidad para escuchar requiere ir paso a paso.
1.- Trabaja
en tu lenguaje corporal
Practica
mirar de frente a la persona que estás escuchando, mantén contacto visual,
incluso podrías inclinarte para estar más cerca de la persona. Es sencillo para
tu lenguaje corporal dar la impresión de que no estás escuchando, lucha contra
ello dando a la otra persona tu total atención. Si haces esto, las personas
responderán de manera muy positiva, ya que les estarás dando lo que todos
quieren, un terapeuta gratis.
2.- Analiza
el lenguaje corporal de hablante
Mientras te
mantienes alerta sobre tu propio lenguaje corporal, es importante que también
observes el lenguaje personal de la persona con quien hablas, esto es una
herramienta poderosa para mejorar tu capacidad de escuchar.
3.- No
interrumpas.
En serio,
deja que la gente termine. Si tú odias cuando la gente te interrumpe, ¿en
verdad crees que a otros les gusta cuando tú lo haces? Deja de tratar a las
otras personas como si no les importara. Incluso si tú crees que no haces esto,
mira un poco hacia atrás y examina nuevamente tu tendencia a interrumpir.
Cuando otras
personas se dan cuenta que los estás invitando a hablar o expresarse, su primer
instinto será abrirse más. Es un ciclo recíproco positivo: tu ayudas a la gente
convirtiéndote en un recipiente donde vuelcan sus ideas o sentimientos, y de
esta forma ellos confiarán más en ti, lo que lleva a mejores relaciones.
4.- Alentar a
otros a hablar
El Karma
funciona igual para escuchar. Si tu alientas a otras personas a que hablen,
tarde o temprano verás los resultados de esa acción. Asiente con la cabeza
cuando otros hablen, o utiliza palabras como ‘bien‘‘continúa‘, etc. Al hacer
esto ellos responderán de manera positiva, lo que realmente haces, es
recordarles que ellos están siendo escuchados, lo cual significa que apreciarán
tu confianza y a la vez tu interés en ellos.
5.- “Espejo”
Vuelve a
mencionar lo que estás escuchando de la otra persona, pero hazlo con tus
propias palabras. O al menos, precede tus respuestas con frases como, “escucho
que dices…” o “a mí me parece que tú…”.
Esto nos
ayudará a evitar malentendidos, lo cual es especialmente útil en situaciones
potencialmente hostiles. Aprende el momento justo para usar ‘el espejo‘con los
demás. O mejor aún, aprende a hacerlo tan bien que ni siquiera noten cuando lo
hagas. Notarás que tus conversaciones se vuelven más envolventes y productivas,
cuando le haces saber a la gente de manera ‘literal’ que los estás escuchando.
6.- Evita las
discusiones.
Por mucho que
algunos disfrutemos de discutir, no podemos ir por ahí buscando pelea a cada
momento, o incluso involucrarnos en una. Busca catarsis en la moderación y la
calma. Si tratas de evitar las discusiones, dejarás de preocuparte tanto por ti
mismo y por lo tanto, podrás centrarte en las preocupaciones de los demás, y a
la vez te será más fácil comunicarte en igualdad de condiciones.
7.- Nota los
pequeños detalles
La llave para
el corazón de cualquier persona, son los detalles. Los humanos tienen una
inclinación natural a los pequeños detalles más que a las grandes cosas. Esto
se debe a que los detalles causan más impacto en nosotros -cuanto más sabemos
sobre algo, más capaces seremos de entapizar con ello.
8.- No trates
de solucionar los problemas de otros (a menos que te lo pidan)
Muchos somos
culpables de tratar de solucionar problemas ajenos, y tal vez yo sea uno de los
más culpables en este mundo. Fui criado para se un ‘resuelve-problemas’. En mi
familia, el resolver tus propios problemas sin ayuda era motivo de orgullo. Es
una forma de probar tus habilidades para enfrentarte a ‘la vida real’. Y eso es
genial, hasta cierto punto. Pero al aventurarte a resolver problemas ajenos,
deberás tener cuidado de no cruzar la línea, e ir tratando de brindar ayuda no
solicitada.
Todos tenemos
problemas. No tiene nada de malo pedir ayuda. Sólo trata de no ir por la vida
ondeando tu capa de un súper héroe ‘resuelve-problemas’ cada vez que alguien
trate de hablar contigo.
9.- No
juzgues
Si alguien no
es honesto contigo, es porque probablemente siente que lo juzgarás y lo harás
sentir mal. Tal vez en el pasado has caído en este error, si así ha sido, eso
debe terminar. Los humanos tenemos un miedo natural al rechazo, así que es
vital que brindemos a otros la misma aceptación que deseemos para nosotros
mismos.
10.- Se
honesto
La honestidad
lo es todo. Si antes ge dicho que no hay nada más importante que escuchar, no
hagan caso, la honestidad lo es más aún. La verdad engendra verdad, pero ser
totalmente honesto a veces puede asustarnos, porque a veces significa confiarle
a otros aspectos importantes o privados de nuestra vida. Pero no podemos
esperar honestidad, si nosotros mismos nos negamos total y brutalmente a ella.